Con motivo del día nacional de Hungría el 23 de octubre, planeamos un viajecillo al país vecino de lunes a miércoles. ¡Era nuestro primer viaje erasmus! Ya nos advirtieron de que Bratislava era muy pequeña y con ir por la mañana y volver por la tarde veías todo, pero... ¿cómo no íbamos a pegarnos la fiesta padre en Bratislava? Imposible. Así que reservamos hostel para dos noches y ala.
Cogimos el tren desde la estación de Keleti a eso de las nueve y cuarto de la mañana, para llegar casi a la hora de comer. Porque aunque Budapest está a solo 200 km de Bratislava, gracias a los trenes de ultimísima generación húngaros, se tardan tantas horas. Cuando llegamos a la ciudad, fuimos andando de la estación hasta el hostel, ya que supuestamente había que coger un tram que parecía no existir (o al menos eso nos decía la gente a la que preguntábamos). Menos mal que es una ciudad pequeña y no tuvimos que andar mucho.
El hostal en el que nos quedamos (Patio Hostel) estaba muy bien, por algo menos de 10 euros la noche, y justo en todo el centro. Lo bueno es que tenía un bar abajo con cervezas también muy baratas.
Aunque no tenga mucho para ver, a mi Bratislava me pareció una ciudad muy bonita. Aunque claro, es difícil entender como una capital de país puede ser así de pequeña, no me gustaría imaginar como son las demás ciudad de Eslovaquia. Además de una ciudad barata.
Que se puede ver en Bratislava:
El centro de la ciudad. Callecillas más bien estrechas y edificios bonitos. Guay para pasear un rato, además de que todo te pilla a mano.
La plaza principal, que aunque no es muy grande, es un sitio bonito.
Por Bratislava te encuentras estatuas "graciosas" como este hombre saliendo de un alcantarillado o un hombre haciendo fotos.
El castillo de Bratislava. Lo más bonito son los jardines de alrededor y las vistas, porque lo que viene siendo el castillo, estos eslovacos no tienen ni idea de castillos.
Y si quieres hacer algunas compras: el mercadillo de souvenirs de la plaza principal, tiendecillas varias de souvenirs (cuanto más lejos del centro más baratas!) y... una calle rollo mercadillo pero de chinos. La fiebre del euro (¡cuantísimo tiempo sin manejar euros!). En euros todo parece mucho más barato que en forints.
Y bueno, por las noches Bratislava muere. Pero muerta muerta. No se ve a gente por la calle ni nada. Ahora, si encuentras un sitio donde la cerveza vale 1 euro y el chupito de Jagër 1.80 y vas con buena compañía, no necesitas a nadie para montarte tu propia fiesta en un bar de beber alejado de toda civilización. Desde luego que fue una noche MUY memorable y difícil de repetir.
PD. Voy actualizando la página del blog "Wafwaf por el mundo" (el resumen de todos mis viajes) cada vez que pongo algo de Hungría o de estos viajes erasmus.