jueves, 11 de febrero de 2010

El cerdo.


¿Por qué a veces te acuerdas de algo y se te echa encima un vacío existencial que no puedes con tu vida?

Pues bien, el culpable de el vacío existencial de esta noche, ha sido... ¡este cerdito!




Sí, un cerdo de unos 10 centímetros de alto, de color fucsia, con unos imanes en las manos, un biberón llavero y el cual hizo furor aproximadamente entre 1998 y 1999. Este cerdito se encontraba en los altillos de mi cama, junto con demás Barbies, Nenucos y otros juguetes abandonados (cabe destacar el conejo de Duracell).

He creído durante unas tres horas que este cerdo no existía, pues por más que he buscado fotos en google ("cerdito de terciopelo con imanes en las manos" "cerdo de juguete con biberón") no aparecía nada de nada. Pero... ¡yuhu! Nadie sabe por qué, pero me ha venido la inspiración y se me ha ocurrido mirar en los altillos, y estaba ahí esperandome. Entonces, el vacío existencial al pensar en este cerdo de color rosa chillón, ha dado lugar a un desasosiego por los juguetes abandonados (muy a lo Toy Story todo).

Concluyendo, el cerdito se ha ganado una foto subida al facebook y salir del altillo.


Y la dueña, un vacío existencial.

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