Illas Cíes

Siguiendo la temática viajes que ha adoptado mi blog, hoy os voy a hablar de este fantabulioso lugar en el mundo del municipio de Vigo. Son tres islas preciosas (vale, yo solo he estado en dos, pero supongo que la tercera será igual o más bonita que las otras dos).

Os contaré mi visita a las Cíes:

Cogemos (las ojalosas) un tren Santiago - Vigo. Llegamos a Vigo y andamos desde la estación de tren hasta el puerto. Desayunamos en el centro comercial del puerto. Y ya nos vamos a coger el barquito que nos lleva a las Cies (nada económico, pero merece la pena). Aquí se acaba mi GRAN visita a la ciudad de Vigo. En el barco la gente se mete tortas por ponerse arriba. Al principio muy guay, pero conforme sales a mar abierto... un vendaval y un frío de cuidado.

(en el barquito, se puede apreciar el vendaval)

Ya llegamos a las islas. Joder, si que son bonitas. La arena blanca blanca y el mar turquesa. Parece que estamos en Cancún en vez de en Galicia.

Ahora viene lo típico que todo el mundo te cuenta: la playa de Rodas en la Isla Norte fue nombrada como la playa más bonita del mundo en 2007 por el periódico británico The Guardian.

(en la famosa playa de Rodas)

Como hacía bastante viento, nos fuimos de la playa de Rodas hasta una calita en la Isla do Medio, la playa de Nosa Señora. Era así muy chiquitita, y más chiquitita que se hace con la marea. Aquí me dí mi primer baño en el Atlántico (y mi segundo y último, por ahora). El agua te reafirma cosa mala. Te quedas suavecita suavecita después de meterte en ese agua CONGELADA.

(en esta foto la marea ya estaba MUY avanzada, que lo sepáis xd)

Ahora voy a hablar de ese gran fenómeno que son las mareas. Puedo parecer tonta, pero de verdad, que yo en mi vida había visto eso. Lo que pasa, es que aquí en el sur no hay mareas (vale, las hay, pero muy MUY pequeñas, que apenas se notan). Y claro, ¡derepente vemos que el mar está al lado de mi toalla cuando hace solo 15 minutos estaba a un metro...! Es muy fuerte. Sobre todo es bonito, pero sobre todo da miedo.

Y nada, luego regresamos a Vigo, centro comercial, estación de tren, problemas técnicos, autobus, tren en Redondela, y finalmente (y con mucho retraso) Santiago de Compostela.

Moraleja: hay que ir al menos una vez en la vida a este sitio paradisíaco. Del 0 al 10, claramente le doy un 10 (y le pondría la matrícula si el agua no fuese hielo).