Como NO hacer para ligarse a una chica

Os voy a contar lo que me pasó el miércoles y el jueves. Os lo voy a contar porque creo que a esta alturas de la vida hay todavía mucho gilipollas suelto, y mira, si alguno de ellos llega hasta aquí, o simplemente algún jovenzuelo, que sepa que es lo que no tiene que hacer en una cita. Que aunque parezcan cosas de pelogurullo, al parecer todavía no son de conocimiento general. 

Empecemos por el principio. Estaba yo trabajando con mi carpetita, piso por piso, puerta por puerta. Estaba ya un poco desesperada porque eran las ocho y media y todavía no había hecho ningún socio para la ONG. Iba un poco con la mirada de loca de "dios, necesito apuntar a alguien YA".

Estaba repasando un edificio donde me habían quedado algunas puertas. Toqué en una y me salió una chica que no llegaba a los 24, así que taché la casa. Pero cuando me estaba yendo a otra planta, apareció un chico bastante guapete con un niño pequeño. Le paré y le pregunté que si tenía más de 24. Y me dijo que sí. Así que ya le solté un poco el rollo de la ONG y tal. A todo esto, el primo pequeño (11 años) suelta y dice "sí, yo sé de que va esto, de pagar 10 euros todos los meses". Muertecica me quedé con el niño. Pero nada, gracias a mi simpatía pues el muchacho me dijo que sí, que lo apuntase. Yo le dije que si me dejaba un puntico de apoyo (osea, una mesa) y me dice "es que tengo mi cuarto muy desordenado". Joder, pues dejame una mesa en el salón o la cocina, lo NORMAL, digo yo. Pero nada, el muchacho me pasó al cuarto (con el primo, eh!) y allí le apunté. Mientras tanto el jodío niño dejaba de decir "tengo una pregunta", y encima, va y me dice que estoy gorda. El pobre muchacho la verdad que estaba pasando una vergüenza... Al final, terminé de apuntarlo, y todo bien. 

Pues al día siguiente (ayer, vamos) me dijo de quedar (sí, en la ficha pone mi móvil, y mi nombre, bueno, y el dni, pero eso no es lo importante). Que si era muy guapa y muy simpática. A ver, a mi la verdad el chico me hizo tilín, porque era guapete y majete, así que le dije que si. 

Ahora, para que os hagáis una idea de la espantosa que fue la primera cita, es algo parecido a esto: 

Sí, tuve que ir yo hasta su barrio. ¿Para qué iba a ir el muchacho por mí? Quita quita. Mal empezó. Me llevó a cenar encima a un sitio que estaba bastante lejos, andando. Y, por supuesto, no dejaba de hablar de él. "Es que me he peleado con mi amigo, blablabla", "es que yo hacía baile blablabla" y "blablabla". Me preguntó "¿y a tí que te gusta hacer?" y claro, yo pensando "yuhu, por fin me deja hablar", pero que va, no había dicho ni dos cosas cuando me cortó y se siguió hablando de sus tonterías. Que aburrimiento, en serio. Empecé a mirar hacía todos lados en plan "me estás aburriendo, callate", pero nada, el chiquillo no se daba por aludido. Además de eso, me preguntó que si había tenido novio, y le dije que no (vamos, la verdad) y me dijo que era una picaflor. Osea, insinuar siquiera que soy una fresca es ya pa darle dos ostias. Que poco tacto, señor. Que 26 años más desperdiciados tenía ese hombre, cualquiera diría que era la primera vez que quedaba con una chica, por dioh. A parte de llamarme medioputa, también me dijo que era una borracha, simplemente por dije que yo sí que bebía alcohol. Este hombre debería abrir una escuela de como no echarte novia en la vida, vamos. Y ya, para rematar la faena, estuvo hablando todo el rato de sus exs. Anda, venga, paga la cena y me largo. Y así fue. Y ni siquiera me acompañó a casa. Que ajco de tío. Os lo juro, conforme pasaba más tiempo con él, más feo, pesado y aburrido me iba pareciendo. 

(foto del blog Oleísmos)

Así que esta primera cita se puede resumir en la sabía frase popular: una y no más, santo Tomás.