Siguiendo con mi afán de ayudar a futuros peregrinos que buscan como locos información en internet acerca de los diversos caminos de Santiago, voy a hablaros de las etapas del Camino Portugués desde Oporto (Portugal). En su día la planificación de las etapas era muy diferente, ya que dividí los 250km que separan la ciudad portuguesa de Porto de Santiago en 9 etapas, cuando al final resultaron ser 11.
Etapa 1: Porto - Vilarinho (25km)
Etapa bastante pesada y peligrosa. Para ser la primera es un poco horrible. Lo primero que se hace bastante insufrible es la salida de la ciudad de Oporto. Es todo recto recto hasta que sales, pero teniendo en cuenta que Porto es la segunda ciudad más grande de Portugal, pues echadle un rato. Y luego dejas la ciudad, para entrar en la N-306, o lo que es lo mismo, una carreterilla sin arcenes por donde los portugueses conducen a toda hostia. Además, a ambos lados de la carretera lo que ves es nada. Aunque eso sí, la llegada a Vilarinho después de tanta carretera es tan repentina que ni te lo crees. Allí tienes que pedir las llaves del "albergue" en la farmacia del pueblo. Eso sí, te tienes que desviar bastante del camino para llegar a este albergue.
Etapa 2: Vilarinho - Barcelos (28km)
Esta etapa no es pesada, es lo siguiente. Barcelos no parece llegar jamás. Eso sí, no tienes tanta carretera nacional (lo que significa que seguimos nuestra querida N-306 todavía, no os asustéis). Aunque empiezas a ver maizales y a familiarizarte con la calzada (un puñado de piedras mal puestas en el suelo). Pasas por São Pedro de Rates donde te encuentras a más peregrinos que decidieron continuar hasta ahí en vez de quedarse en Vilarinho, eso sí, olvídate de sellar en el albergue porque evidentemente el hospitalero no está. Vas pasando por pueblecillos, el más bonito, Pedra Furada (todo en piedra, muy bonito). Pero a partir de aquí empieza la decadance, es decir, que por mucho que andas parece que no vas a llegar nunca a Barcelos. Mira que ya apenas queda el último tirón, hasta Barcelinhos (donde está el "albergue") pero de verdad, que es horrible.
Etapa 3: Barcelos - Ponte de Lima (34km)
Esta etapa es muy larga. Y más aún si te pierdes (aplausos). Los primeros 10km hasta Tamel (donde hay otro albergue) van bien, pero claro, si antes de entrar a Tamel hay flechas que indican para un lado y para otro, y tienes la mala suerte de seguir las que te pierden por mitad del bosque... pues todo deja de ir bien. Y cuando pasas más de dos horas perdido, todo deja de ir mal para ir peor. Menos mal que luego te vuelves a unir al Camino gracias al cielo, y llegas a Vitorino dos Piães, donde está la maravillosa Casa da Fernanda. Y llega Fernanda y te hace una comida cuando estás muerto de hambre, cansancio y calor, y claro, te da la vida. Eso sí, llegar hasta Ponte de Lima vuelve a convertirse en un calvario. Y cuando crees que estás llegando y no dejas de pasar pueblecitos. Y venga pueblos, y más pueblos. Pero llegas. A las nueve y cuarto de la noche y con cuarenta kilómetros andandos por haberte perdido, pero llegas.
Etapa 4: Ponte de Lima - Rubiães (22km)
A pesar de no ser una etapa muy larga, también de me hizo muy dura. Hasta la Fonte Das Tres Bicas, todo va más o menos bien, pero, a partir de aquí, viene lo peor. La subida. O mejor dicho, LA subida. Subir a La Bruja es horrible. Estoy hablando de cuestas donde tenía que agarrarme con las manos a las piedras del suelo para poder subir. Y subes, y subes, y no llegas nunca. Y yo me paraba cada pocos metros. Y me sentaba en alguna piedra. Y me quejaba. Y continuaba subiendo. Y otra vez. Pero al final, aunque parezca increíble, ¡llegas arriba del todo! Se acabó subir. Pero ahora viene algo que no sé si es peor o mejor: BAJAR. Si subir por cuestas llenas de piedras es difícil, pues bajarlo ya no os digo nada. Vas mirando con mucho cuidado donde pisar, porque claro, como pises una piedra y ruedes cuesta abajo... a ver quien te ayuda ahí. Pero al final, por un caminito de adoquines (que los estaban poniendo), llegas a Rubiães y puedes tirarte a descansar en el albergue.
Etapa 5: Rubiães - Tui (20km)
¡Regreso a España! Ya que continuamos hasta Tui en vez de quedarnos en Valença. La salida de Rubiães te da un poco de vuelta por maizales, y si sigues la carretera atajas, pero es bonito ir entre maizales. No hay ni subida ni bajada, todo en llanito hasta Valença. Hacemos nuestra parada técnica para tomar una SuperBock (nuestra última SuperBock portuguesa) en un parquecito de Valença, que nos diese fuerzas para cruzar el puente internacional sobre el Miño y entrar en... ¡TUI! Por supuesto, el book correspondiente de fotos en el puente y a la entrada a España. Esta etapa se pasa rápido solo pensando en volver poder a pedir en español y que te entiendan (que cateta sueno, ¿eh?).
Etapa 6: Tui - Porriño (16km)
Después de despedir Tui de noche casi, con lo precioso que es, vas por senderos, todo bastante llevable. Hay una pequeña subida donde hay un área de descanso para peregrinos (que dadas las horas tempranas que pasamos estaba cerrada) con un montón de bancos para sentarse con sus mesitas y su tejado. Y como todo lo que sube luego baja, efectivamente, un par de cuestas a bajo con bastante pendiente (pero asfaltadas). Y después de esto viene el temido polígono industrial de Porriño. Una recta interminable de asfalto con almacenes y fábricas a ambos lados. Eso sí, una vez pasas esto, ya has llegado.
Etapa 7: Porriño - Redondela (16km)
Atrás se queda Porriño y su maravilloso polígono industrial. Al principio es todo subida y subida. Básicamente Mos es un pueblo bastante en cuesta. Al pasar Mos vamos pasamos por otro pueblecillo (no me acuerdo del nombre) que todo eran casas excepto dos establecimientos. Y los dos eran floristerías y estaban al lado. No me preguntéis el por qué. Al pasar este pueblecito ya va la carretera entre árboles, y encontramos un panadería abierta para sellar y comprar una cocacola. Continuamos caminito de Redondela leyendo varias quejas en el asfalto como "autopista non" o "polígono non". Se ve que aquí son mucho de quejarse. Y ya, finalmente, llegamos a Redondela.
Etapa 8: Redondela - Pontevedra (16km)
Nada más dejar Redondela te encuentras con una autopista nueva. Nueva y por tanto sin señalización. Así que allí estábamos en mitad de la carretera y en mitad de la madrugada buscando alguna flecha, vieira o mojón que nos indicase por donde ir. Menos mal que a lo lejos vi un cruceiro y fuimos hacía allí y al lado justo había un mojón con una capilla, porque sino a saber donde acabamos. Vas andando por sendero hasta que llegas a Arcade y el camino empieza a darte mil vueltas para pasarte por todo el pueblo. Luego cruzas el río y estás en Ponte Sampaio. Encontramos una lugareña muy maja que después de preguntarle donde desayunar y decirnos que estaría todo cerrado, nos dio un par de melocotones a cada uno. Así que tras subir las empinadas cuestas del dichoso pueblecito nos sentamos a comerlas. De aquí subidita hasta Pontevedra, que llega tan de repente que ni te das cuenta (además de que el albergue está nada más entrar en la ciudad).
Etapa 9: Pontevedra - Caldas de Reis (22km)
Dejar una gran ciudad siempre es más coñazo por las calles, semáforos y demás, pero cuando lo haces de madrugada y habiendo mirado el camino a seguir en un mapa.. se pasa en un santiamén. Además, que es cruzar el río y ya prácticamente estás en casitas de pueblo. Todo bastante oscuro y caminito de tierra, así que con cuidado para no pisar una piedra y caernos. Después de las tres etapas más cortas esta si hizo un poco/bastante pesada. Más aún si tenemos en cuenta que el único sitio para desayunar que encontramos estaba más de a medio camino, y que cuando paramos a desayunar unas tostadas de tomate (aquí la historia) nos pasaron todos los peregrinos que dormían con nosotros en el albergue. Así que echamos a correr prácticamente para alcanzarlos. Y oye, con toda la moribundez que llevábamos encima, los pasamos casi a todos y llegamos de los primeros al albergue. Así que poco recuerdo de esa carrera de 10 km más o menos que nos pegamos entre caminitos estrechos de viñas.
Etapa 10: Caldas de Reis - Padrón (20km)
Etapa tranquilita por sendero por bosque. Llegamos a Valga y en un pequeño bar una señora mayor muy maja nos atendió y nos selló. Nosotros sin sentarnos ni nada para no apalancarnos. Después del desayuno continuamos todo por sendero también (algunas cuestas) pero ya menos árboles. Luego una subida más grande hasta Pontecesures y de aquí por unos maizales con muuchas curvas que parecía alejarte de Padrón, hasta que por fin llegas (y la felicidad de llegar los segundos).
Etapa 11: Padrón - Santiago de Compostela (25km)
Como se nota que te acercas a la capital, porque pasas por muchos pueblecitos pequeños, que te hacen pasar por todas sus calles y que veas todas sus casas antes de dejarte salir. Un tramito de sendero entre arboles y llegas a Milladoiro (lo que dicen que es el Monte do Gozo del camino portugués). Para variar, nos perdimos atravesando Milladoiro, y ya casi al final del pueblo unas señoras nos fueron a indicar el camino. Pero no sabíamos que era el camino que a ellas le daba la gana. Así que nos mandaron por la carretera, arriesgando nuestra vida en rotondas donde no dejaban de pasar coches. Pero... llegamos a Santiago. Y nos volvemos a encauzar en el camino en sí. Y... el final ya lo sabéis:
(Sí, esta es la cara de felicidad que se te queda cuando llegas) |
PD. Obrigada a Gaby por las fotos con su cámara y a César, por su buena memoria. Y por supuesto, por vuestra compañía peregrina.
Que buenos recuerdos me traen tus imagenes.
ResponderEliminarPara el verano que viene quiero hacerlo de nuevo y quiero compartirlo con mi niño, que tiene 12 años y tiene ganas de hacerlo.
Espero transmitirle o engancharle la esencia del camino.
Lo has echo sola esta vez?.
Que valiente
Todavía no me he atrevido a hacerlo sola! Lo hice con un amigo, y a la otra chica la encontramos haciendolo sola y ya fuimos los tres juntos todo el rato!
ResponderEliminarPues espero que tu hijo salga tan peregrino como tú!! Yo, si algún dia tengo hijos, espero que les encante el camino tanto como a mi!
A mi me encantaría hacer el camino. Desde Asturias, la verdad, no tengo mucha excusa, pero es cierto, que dependes de tener bastante tiempo y gente que quiera acompañarte, sola no me atrevo!!!.
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