Cuando estaba en Budapest, cada día que se acercaba más la vuelta a casa pensaba en todas las cosas que iba a hacer en España al llegar, y más o menos lo estoy cumpliendo todo:
* Atiborrarme a comida: esto lo estoy cumpliendo la mar de bien. Que si tapitas, que si pescado y marisco en todas sus modalidades (bueno, todas todas no), que si embutido, que si comida de madre, que si turrón, helados, etc. Voy a volver rodaaaando a Budapest, espero que nadie se asuste cuando vuelva, porque la avisa no es traidora, es una gordaca.
*Que me de el Sol: cuando vives en una ciudad como Budapest donde hace un día de sol cada dos semanas, venir a Almería y disfrutar de este maravilloso tiempo es gloria bendita. Además de que no es lo mismo que el sol se ponga a las cuatro de la tarde a que lo haga a las seis. Que ya nos han dicho que hemos vuelto mu pálidos.
*Ir a la playa: es necesario. Oler el mar al bajarme del bus cuando llegas a la universidad. O ir a la playa a echarte unos litros. O en bici (sí, ¡algo sano!)
*Fumar mucho: no ha pasado ni una semana y ya tengo un buen ritmo. ¡¡Que haiga lujo!! Que luego en Budapest paso miserias.
*No hablar de Budapest todo el rato: Este no lo estoy cumpliendo para nada. Estas navidades voy a patentar los monólogos Topolino sobre el maravilloso mundo erasmus ©, porque nunca se cuentan las suficientes historias sobre el erasmus ni se termina de hablar de toda la gente que conoces. Tus amigos siempre te pueden decir "Vuélvete ya a Budapest, PESÁ!!".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Ladra!