jueves, 8 de julio de 2010

Dos primos gemelos solos y perdidos

[...] y a los que los matemáticos llamaban primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi sucesivos, ya que entre ellos siempre hay un número que les impide ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43. Si uno tiene paciencia y sigue contando, descubre que dichas parejas aparecen cada vez con menos frecuencia. Lo que encontramos son números primos aislados, como perdidos en ese espacio silencioso y rítmico de cifras, y uno tiene la angustiosa sensación de que las parejas halladas anteriormente no son sino hechos fortuitos, y que el verdadero destino de los números primos es quedarse solos. Pero cuando, ya cansados de contar, nos disponemos a dejarlo, nos topamos con otros dos gemelos estrechamente unido. [...]

Mattia pensaba que él y Alice eran eso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos pero nunca juntos.

Paolo Giordano, La soledad de los números primos


Lo que es la vida, te estás doctorando en Física teórica, escribes un libro que poco tiene que ver con el tema, y te haces famoso.

Anoche empecé a leerme La soledad de los números primos. Me leí 200 páginas del tirón. Y pare porque me da un poco de pena terminarlo, ya que me está encantando mucho muchísimo. Cuando la acabe (entre hoy y mañana) ya os doy mi opinión completa, aunque mucho se tiene que torcer la cosa para que no se convierta en uno de mis libros favoritos.

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