Vuelvo a hacer cosas ilegales. Hace ya algún tiempo fue la conducción sin tener el carnet y el montar en bici sin casco. Pero hoy llega... ¡la falsificación de firmas!
El miércoles pasado íbamos mi amiga Martita (por si no la recordáis, aquí os la presenté) y yo en el autobús destino a la universidad muy tranquilamente. Cuando de pronto, se nos acerca un chaval como con una carpetilla con papeles encima y un boli y empieza a hablarnos. Ponemos cara de póker porque no entendemos nada, ya que el muchacho estaba tan apurado y hablaba tan raro que de verdad, no entendíamos nada de nada. Vamos, yo creía al principio que quería que le firmásemos para algo en plan "dí no a la tortura animal" o "que haya leche de soja en las cafeterías de la universidad" (esto último es un ejemplo de verdad, vaya, que yo firmé por la leche de soja y todo). Cuando conseguimos entenderle esto es lo que quería: que le firmásemos en su contrato de su piso de estudiantes como si fuésemos su compañero y su casera. Lo normal vaya. Perdirle a dos desconocidas en el autobús de la universidad que hagan cosas ilegales por ti.
Así que nada, como somos buena gente y el chiquillo estaba tan apuraíco, yo he firmado cual estudiante y Martita cual señora casera (porque encima la tía tenía nombre de señora). Ha sido nuestra buena acción del día.
Luego nos dices a qué cárcel te han destinado xD
ResponderEliminar¿Pero habéis puesto una X en la firma? Yo hubiera puesto una X, seguro que queda súper creíble xD
ResponderEliminarjajajaja pues no hubiese sido mala idea!!
EliminarJajajajaja, delincuenta!! De ahí a lo de Urdangarín hay un paso, muuuucho cuidado XD
ResponderEliminarHombre, yo le hubiese pedido la dirección del piso, por si un día necesito quedarme allí o algo... se te ha olvidado que para ser del todo ilegal hay que cobrar comisiones, en especias o lo que sea!!!
ResponderEliminarO en carne!
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