Mi viaje a Marrakech (I)

Bajo este título, voy a contar que tal mi viaje, que cosas he visto y hecho, pero sobre todo, espero que algún día esto le sirva a alguien que quiera viajar a Marrakech. 


Lo hago porque normalmente las guías que hay en las librerías están escritas por gente de bien, y te recomiendan comer en sitios caros, dormir en sitios aún más caros y hacer cosas que te cuestan un riñón. Así que esto es una entrada para esa gente como yo que no factura maleta con Ryanair y viaja solo con 10 kilitos de nada y botecitos de no más de 100 ml. Aquí solo veréis cosas buenas, bonitas y baratas. Así que, empezamos. 


Los vuelos: 
Gracias a Ryanair por esos vuelos tan baratos. Yo me hice Almería-Madrid-Marrakech (ida y vuelta) por solo 48 euros. Con las tasas y todo, osea, el precio final fueron 48 económicos euros. No me digáis que no es super barato. Y César se hizo Santiago de Compostela-Madrid-Marrakech por el mismo precio. Los vuelos muy tranquilitos, es su línea de no parar de venderte cosas. Lo peor fue en el vuelo de Madrid-Marrakech que delante se tuvo que poner una parejita que estaban chupando charcos (vamos, que les faltaba ponerse a f*llar ahí en el avión). Menos mal que yo soy de sueño fácil.


Llegada al aeropuerto de Marrakech Menara:
Llegamos a eso de las ocho de la mañana. El aeropuerto es muuy pequeño. Bajas del avión y tienes que rellenar un papel poniendo tus datos (nombre, apellidos, lugar de nacimiento, lugar donde te quedas en Marruecos, motivo del viaje.. etc). Y después de rellenar eso.. el control de pasaportes. Hay como tres o cuatro ventanillas. Y los señores de las ventanillas solo hablan árabe. Y claro, si se ponen a gritar algo en árabe, pues tú no te enteras. Eso fue un poco estrés, porque encima tenían cara de mala ostia. Pero bueno, pasas el control de pasaportes y todo bien. En el aeropuerto puedes cambiar dinero o sacar de unos de los dos cajeros. A nosotros un puto cajero no nos dejaba sacar dinero, y ya nos estaba cundiendo el pánico, cuando probamos con el otro y a la primera pudimos sacar nuestros primeros dirhams. 

Y ahora viene lo peor: la puta MAFIA de los taxis. Cuando sales del aeropuerto, como en cualquier otro vaya, hay una filita de taxis. Supuestamente (y según la guía que me compre, que es del año 2010) un taxi no debería de costarte más de 60 dirhams (6 euros) hasta la medina. Pero vamos, MENTIRA, porque te timan como quieren. Había un hombre coordinando a todos los taxistas, y claro, si te piden 150 dirhams (15 eurazos) por llevar a la Plaza Jmaa El Fna, o pagas eso, o te vas andando. Aunque te pelees con ellos diciendoles que sabes que no vale tanto, no sirve de nada. Así que tuvimos que pagarle los putos 15 euros para que nos llevasen a seis kilómetros, porque el aeropuerto está al lado de la ciudad. Como consuelo, conocimos a unos señores de Alicante que nos dijeron que a ellos les cobraron lo mismo por llevarlos a 2km que era donde estaba su hotel. 


El hostal: 
El hostal lo reservamos por una de estas páginas tipo hostelworld, que pagar un 10% por adelantado. La noche nos salía a 8 euros cada uno, osea, MUY barato. Yo me imaginaba lo peor del mundo. Pero sorprendentemente, no estaba tan mal. Primero tuvimos que hacer el check-in en la calle Rahba Kedima, en un Riad al cual pertenece el hostal. Llegamos allí super pronto y sin ningún problema desde la Plaza Jmaa El Fna gracias al mapita que me venía en el guía. Entramos al Riad y nos pasan al típico patio interior árabe. Nos sentamos y nos piden los pasaportes mientras el señor rellena unos papeles. Termina de rellenar los papeles, nos devuelve los pasaportes, le pagamos y nos deja allí. Esperamos. Esperamos. Seguimos esperando. Y llega el señor con esto: 

Así que nos tomamos el desayuno de té a la menta y pan con mantequilla/miel desconcertados. Después de desayunar un hombre muy bajito y muy majo nos lleva hasta nuestro hostal, que estaba muy cerquita. Nos dan una habitación con tres camas, pero para nosotros solos, así que guay. La habitación basicamente es eso, tres "camas" con sus sábanas y sus mantas. Lo peor para mi gusto era la ducha. Estaba limpia y tenía agua caliente, sí, pero... ¡era de agujero en el suelo! Por lo menos el váter si que era normal. Odio los agujeros en el suelo, lo siento, yo es que soy muy europea. Pero no todo podía ser perfecto. Pero mira, por ocho euros la noche, con desayuno incluído y habitación para nosotros, ¿qué más se puede pedir?.




To be continued...