Gracias a Dios que soy atea

No me gusta meterme en estas cosas de religión y política (al menos aquí en el blog). Pero es que estoy muy indignada, y este es mi sitio favorito para mis indignaciones (y demás desvaríos también).

Total, mi indignación, obviamente, es por la visita del Papa. Ya no es solo el dineral que se han gastado en este minivisita (dios quiera que nunca venga demasiado tiempo, porque ruina), ni que hayan paralizado las ciudades. Mi indignación viene de que este señor se considera PEREGRINO. NI HAO? ¿Tienes puta idea de lo que es ser peregrino, so mamón? Porque yo también quiero ser peregrina así, ¿sabes? Que me lleven en mi avioncito al aeropuerto de Lavacolla, vaya todo quisqui a darme la bienvenida, se gasten 4 millones de euros en mi visita y en mí.

Es que vamos, si ya en su día me indigné cuando los príncipes de Asturias hicieron náymenos del camiño y le dieron la Compostelana... Pues imagínate este tío que no ha hecho nada.

Y ya, ya sé que indignarse en concreto por esto podéis pensar que es una chorrada, pero jo, si nos ponemos a indignarnos por todo...