Y no porque haya sido un día muy estresante, ni nada de eso. Sino que hoy parecía que todos los drogadictos, borrachos, llamadlos como queráis, se habían puesto de acuerdo para acercarse a mí (y a mi prima, la cual tiene los derechos de "un drogadicto, borracho, llámalo como quieras").
Después de comer, estábamos dando una vuelta, bueno, vale, estaba viendo por cuarta o quinta vez (he perdido ya la cuenta) unos puestecillos "hippies" (que hay de todo, pero en Almería son conocidos estos puestos navideños como los "puestecillos jipis"). Pues estaba en uno de pañuelos, pasminas y demás, cuando uno de estos seres locos/drojatas/vagabundos se me ha acercado, me ha tocado el hombro, y me ha dicho "mira, este te pega a tí" mientras señalaba un pañuelo cualquiera. Yo le he mirado, he sonreído y he seguido mi camino. Pero no contento con eso, este señor (que ha seguido andando) ha vuelto a gritar desde lejos "¡¡QUE ESE TE PEGA A TÍ!!" y yo he seguido con mi táctica de saludarysonreirchicos (bueno, más bien solo sonreir). Pero si creíais que no iba a volver a gritar... estáis muy equivocados. Se ha girado, y ha gritado "DU YU ESPIK INGLIS?!?!" y se ha puesto a caminar hacía nosotras, por lo que hemos decidido que lo mejor iba a ser salirporpatas, que a mi esta gente me da mucho miedo.
Así que después de este intento frustrado de ver los puestos navideños, hemos ido a tomar un café para reponernos del susto a la Farggi. Nos pedimos nuestros cafés y nos salimos a la terracilla (sí, dentro no dejaban fumar). Estamos ahí y hay otro loco. Increíble. Puto imán para gente perturbada que tengo. Esta vez el loco estaba como andando todo el rato por al lado de la terracilla. Tenía unas pintas mu raritas. Se ve que el tipo se estaba miccionando (jiji, que fisna parezco, ¿eh?) así que ni corto ni perezoso, se ha acercado a un árbol, se ha sacado la chorra, y ha meado. Sí, en mitad de la Rambla. Que vale que fuesen las 15.30 y no hubiese mucha gente, pero joder, un mínimo. Al final, menos mal que se ha ido dando tumbos a otro lado.
Por último, un pobretico pidiendo dinero, que nos ha pedido dos veces, ha terminado haciendo un ruido como una especie de gruñido mientras le pasaba a la gente de la terracita un tarro vacío por las narices.
Y ya, porque me he venido a casa, que sino, seeeeeguro que algún loco borracho de estos me cruzo hoy.
PD. La foto no tiene mucho que ver, pero como ya os hablé de las lucecitas de Navidad que tanto me gustaban, así las veis. Además de que sigo con el ambiente navideño que tiene ahora el blog.
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