miércoles, 1 de diciembre de 2010

Mi experiencia en la peluquería

JODER OSTIA. Vengo muy enfadada. Pero empecemos por el principio...

Llego a la peluquería. La peluquera tiene un perro muy grande y con mucho pelo. En fin. Decir que me he sentido violada por un puto perro es poco. Madre mía. Es que me ha dado hasta miedo, porque ha empezado a morderme. Nota mental: no volver a ir a la peluquería cuando esté en "mis días" (manera finísima de decirlo xdd). Es que encima estaba SOLA. Es decir, el perraco y yo. En serio, yo ya he visto mi muerte. Total, que después de esta experiencia perruna, por fin llega la peluquera y echa al perro (aleluya ¬¬).

Como todos sabéis (vale, todos no, pero los que me soportáis en persona sí) quiero ser rubia. RUBIA. Pues bien, después del tinte, ¿sabéis de que color tengo el pelo? CASTAÑO. Osea, tengo el mismo color que cuando llegué. A ver, ALMA DE CÁNTARO, ¿no sabes hablar español? ¿Tienes algún problema con la palabra RUBIA?

En fiiin, que estoy muy enfadada! ¬¬

2 comentarios:

  1. Siempre te pasa lo mismo...pides rubia y te dejan igual. Creo que te están timando un poquito, cambia de peluquera xD

    César

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  2. He de decir que he echado en falta el: Joder hostia... PUTA!! (que se hunde el barco hubiera molado también!)
    ¿Es otra vez la peluquera de debajo de tu casa? xD Que patatas por favor...

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¡Ladra!