Tal como dije en una entrada anterior, voy a hablar de las Fragas do Eume, y a daos unos consejos para que no cometáis los mismos errores que una sevidora.
Empezaré por el principio. Cogimos (las ojalosas) un bus MONBUS de Santiago a Pontedeume. Allí cogimos un taxi hasta las Fragas, porque ahí, o vas con tu coche, o te dejas el dinero en taxis. Pero bueno, el taxi te deja allí como en un punto de información. Ahí hay que pedir un billete de autobus (que es GRATIS) ya sea para subir, como para bajar. Como nosotras íbamos a subir andando, pues solo pedimos los billetes para bajar. Es MUY importante pedirlos ahí, porque luego cuando estás arriba, no te dejan subir al bus sin este billete.
(bonito bonito, ¡Galicia calidade!)
Bueno, con nuestros billetes en los bolsillos, nos ponemos en marcha. Al principio por carretera guaydelparaguay, pero las madresmías vienen cuando hay que empezar a subir por terreno de tierra y bosque. Es algo así como el camiño, pero muy light y muy corto. No sé cuantos kilómetros eran, pero no muchos. Bueno, después de mucho sufrimiento, llegamos arriba del todo. Comemos allí nuestros sandwiches. Nos enamoramos de Yingo y del padre de Yingo (aclaración: Yingo era un perro, pero su padre era una persona). Mojamos los pies en un río que había allí (no, no era el Eume, pero no me acuerdo del nombre). Nos hacen una visita guiada. Y ya cogemos el autobus que nos bajaba otra vez al punto de información, donde cogemos otro taxi que nos lleva a Pontedeume, y de ahí otra vez el Monbus (que iba con muuuuucho retraso) a Santiago.
(así es como NO debes ir)
La verdad que las Fragas era un sitio precioso. Todo estaba verde. Había muchísimos árboles. No había mucha gente. Era algo así como todo lo contrario a Almería. Y había mucho mucho musgo. Y el río Eume. En fin, fantabulioso.
Ahora vienen mis consejos, por si os disponéis a ir a este bosque de cuento y hacer su ruta de senderismo:
1. Llevad unas botas de trekking. No seáis tan lucericos como yo y os llevéis Converse. Recordad: converse=caca.
2. Llevad una ropa adecuada. Y a ser posible que no sea blanca. Porque mi camiseta terminó marrón.
3. Llevad agua y comida en una mochila cómoda (¡bien! Este se lo hice).
4. Unos palos de senderismo te pueden ayudar. Aunque es probable que en la parte de "escalada" de rocas os sobren, para los demás os vendrán muy bien.
5. Pisad con cuidado, ya que el terreno en algunas partes está mojado, o hay piedras sueltas.
6. Llevad toallitas. Os puedo asegurar que mis manos acabaron llenicas de barro. Y hay partes que el río pilla un poco lejos para lavárselas.
7. No tiréis nada de nada al suelo. Este sitio es muy bonito para estropearlo.
Y estos son mis siete consejos. Haciendo esto, os aseguro que sobreviviréis y, encima, os lo pasaréis bien. Además, si yo lo hice, todos pueden hacerlo.
Así que, solo me queda decir...
¡buen camino!
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